O grupo Leite Pascual anunciou ayer a sua plantilla de Lugo a presentación dun expediente de extinción dos contratos que afectará á totalidade dos traballadores da planta de Outeiro de Rei, 155. A empresa creada no ano 1969 por Tomás Pascual tamen inclue na regulación do emprego a outras 70 personas do seu centro industrial da Aranda do Douro. A noticia foille comunicada ayer o comité da empresa -formada na sua totalidade por independentes non adscritos a ningún sindicato- que non reaccionóu públicamente. Pascual deu ayer por iniciadas as negociacions coa plantilla para tratar de chegar aun acordo.
La presentación del expediente de extinción de contratos, si finalmente lo aprueba la autoridad laboral, supondrá el cierre de hecho de una planta con capacidad para procesar 250 millones de litros de leche al año y que, según fuentes del grupo burgalés, está envasando actualmente 150 millones de litros.
Fuentes de Leche Pascual señalaron ayer que la planta está funcionando con normalidad, dentro de las limitaciones impuestas por la importante reducción en el consumo de productos lácteos en los últimos meses. Pese a ello no permitieron a este periódico entrar en el interior de las instalaciones para comprobar la actividad. La razón alegada fue que la plantilla acababa de recibir la notificación de la intención de la empresa de extinguir los contratos y no era, por tanto, un buen momento para acceder al recinto.
Otras fuentes consultadas, sin embargo, señalaron ayer que desde hace unos días en Pascual no entra leche. Los 100.000 litros que está recogiendo en la actualidad a medio centenar de productores, según algunos informantes, los está enviando a Aranda de Duero para transformarlos allí. La industria ha prescindido de prácticamente todos los ganaderos a los que les recogía la materia prima que transformaba en la planta de Outeiro. En las últimas semanas, según ganaderos afectados, pasaron a entregar la leche a Leite Río productores de Castroverde, de la zona de Ordes y de Santa Comba. Algunas granjas también se vieron obligadas a entregar el producto del ordeño de sus vacas a Larsa, en Outeiro de Rei, para su transformación