miércoles, 10 de junio de 2009

Sindicatos y patronal se acusan de querer alargar la huelga del metal


Los sindicatos y la patronal del sector del metal de Pontevedra se acusaron ayer mutuamente de querer alargar el conflicto de esta actividad, que supone, en conjunto, puestos de trabajo para alrededor de 25.000 empleados de unas 2.200 empresas de toda la provincia. Durante la primera de las dos jornadas de huelga convocadas para esta semana (hoy será la segunda) unos 2.000 trabajadores se manifestaron de forma pacífica por las calles de Vigo.
Los únicos altercados fueron cortes de tráfico intermitentes en los accesos a la ciudad viguesa por autopista, el primer cinturón de circunvalación (para intentar alterar el cambio de turno de la planta PSA Peugeot Citroën) o la quema de palés de madera en las proximidades de los principales astilleros de la ría de Vigo. Tras permanecer desde primera hora en los alrededores de distintas factorías, los huelguistas tomaron el centro neurálgico de la ciudad viguesa, el cruce de la calle Colón, en donde están ubicados los principales bancos y entidades financieras de Vigo. Ahí, los trabajadores hicieron una barrera en las puertas de los bancos y cajas y no dejaron entrar a ningún cliente durante más de media hora.
En un manifiesto conjunto, los sindicatos denunciaron: «Somos os traballadores representados polas patronais máis radicais e reaccionarias [...] son eses, os dos chalés con piscinas, os que enchen os clubs náuticos de iates e os que especulan cos nosos salarios, os que xogan, con puro e unha copa de coñac, cos nosos postos de traballo».
Por su parte, el portavoz empresarial, Javier Martínez, acusó a la CIG de querer alargar el conflicto hasta sus comicios sindicales, el 6 de junio, y aseguró que pese a que algunos empresarios están planteando un cierre patronal mañana como medida de protesta, finalmente, no creen que se lleve a cabo, porque sería al margen de la legalidad.
Petardos en Pontevedra
Por su parte, la primera jornada de huelga del metal en Pontevedra, secundada por el 95% de los trabajadores del sector, ha tenido consecuencias más graves para el colectivo que hace dos semanas. Aunque la policía no tuvo que intervenir, pese al estrecho cerco a las movilizaciones, fue la primera vez que las protestas de los piquetes afectaron a alguien ajeno al sector.
Durante la concentraciones en el puerto de Marín, los piquetes lanzaron un petardo que estalló junto a uno de los cámaras de televisión que cubría la huelga. Fueron unas heridas leves que provocaron el malestar entre el resto de manifestantes, que reprocharon el acto.
El representante de UGT para el metal, José Carlos del Río, la tachó de «penosa». Antes de abandonar las instalaciones portuarias, la policía identificó a uno de los piquetes por unos supuestos insultos a la autoridad. Al no tener la documentación, los agentes lo metieron en el furgón policial para poder identificarlo. Ahora, la policía nacional estudia la posibilidad de interponer una denuncia por la vía administrativa ante la subdelegación del Gobierno. Ya en la ciudad, las movilizaciones se concentraron en los accesos a Pontevedra por la carretera de Vigo, Vilagarcía y Marín.

3 comentarios:

samuel dijo...

espero que non me quiten aora o metal como me pasou coa vaca

samuel dijo...

espero que non me quiten aora o metal como me pasou coa vaca

samuel dijo...

espero que non me quiten aora o metal como me pasou coa vaca